El modelo OSI es un marco de referencia que describe cómo se realiza la comunicación entre dispositivos en una red. OSI significa Open Systems Interconnection, que en español se traduce como Interconexión de Sistemas Abiertos. El objetivo principal del modelo OSI es facilitar la interoperabilidad entre sistemas y estandarizar los protocolos de comunicación.
Historia del modelo OSI
El modelo OSI surgió como una respuesta a la necesidad de crear un estándar internacional que permitiera la comunicación entre equipos de diferentes fabricantes y tecnologías. La Organización Internacional de Normalización (ISO) inició el desarrollo del modelo OSI en 1977 y lo publicó oficialmente en 1984. El modelo OSI se basa en el concepto de división en capas, que consiste en separar las funciones de comunicación en niveles lógicos independientes y jerárquicos.
Las capas del modelo OSI
El modelo OSI consta de siete capas, cada una con una función específica y una interfaz definida con las capas adyacentes. Las capas se numeran desde la más cercana al medio físico hasta la más cercana al usuario final, de la siguiente manera:
Capa física
Se encarga de transmitir los bits a través del medio físico, como cables de fibra óptica o radiofrecuencia. Define las características eléctricas, mecánicas y funcionales del medio.
Capa de enlace de datos
Se encarga de organizar los bits en unidades llamadas tramas y de controlar el acceso al medio, la detección y corrección de errores y el direccionamiento físico de los dispositivos.
Capa de red
Se encarga de establecer las rutas entre los dispositivos y de realizar el direccionamiento lógico, el enrutamiento y el control de congestión. Utiliza protocolos como IP, ICMP o ARP.
Capa de transporte
Se encarga de garantizar la entrega fiable y ordenada de los datos entre los dispositivos, segmentando y reensamblando los datos, controlando el flujo y la retransmisión y ofreciendo servicios orientados o no a la conexión. Utiliza protocolos como TCP o UDP.
Capa de sesión
Se encarga de establecer, mantener y terminar las sesiones entre los dispositivos, gestionando el diálogo, la sincronización y la recuperación. Utiliza protocolos como RPC o NFS.
Capa de presentación
Se encarga de adaptar los datos al formato adecuado para su transmisión o recepción, realizando funciones como la codificación, la compresión, el cifrado o la traducción. Utiliza protocolos como SSL o MIME.
Capa de aplicación
Se encarga de ofrecer los servicios específicos a los usuarios finales, como el correo electrónico, la web, el FTP o el telnet. Utiliza protocolos como SMTP, HTTP, FTP o Telnet.